Quito (EFE).- El asesinato del candidato a la Presidencia de Ecuador Fernando Villavicencio, a manos presuntamente de sicarios, tiñó este miércoles de sangre los comicios para elegir al sucesor del actual mandatario, el conservador Guillermo Lasso, en un atentado que dejó al menos nueve heridos y en el que también murió un sospechoso del crimen.
Villavicencio, de 59 años, un periodista y exasambleísta que con sus investigaciones sobre corrupción se había convertido en uno de los enemigos más acérrimos del expresidente Rafael Correa (2007-2017), recibió una ráfaga de disparos al terminar un mitin de su campaña electoral en un colegio de Quito.
El candidato, que se definía públicamente como de centro pese a haberse situado en sus inicios en la izquierda moderada, fue trasladado a un centro médico cercano donde se certificó su muerte, confirmada luego públicamente por sus familiares y por personas cercanas a su candidatura.
Villavicencio, como otros candidatos, planteaba una lucha frontal contra las mafias del crimen organizado, en medio de una campaña electoral marcada por la peor crisis de seguridad de la historia de Ecuador, que el año pasado cerró el 2022 con una tasa de 25,32 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, la más alta desde que se tienen registros.