El mosquito que contagia el virus del zika  parece operar como un misil de enfermedad guiado por calor.

A mayor temperatura, mejor transmite el insecto su batería de peligrosas enfermedades, indican los científicos.

Aunque es demasiado pronto como para saberlo con este brote, casos pasados de enfermedades similares dependieron de algo más que la biología.

En el pasado, el clima ha jugado un papel clave, al igual que la economía, los viajes de personas, el aire acondicionado y el control antimosquitos. Incluso el fenómeno climático de El Niño  entra en el juego.

Los científicos afirman que no se puede atribuir un brote a un único factor y advierten que es demasiado pronto como para relacionar este caso con el cambio climático o con un fenómeno climático concreto.

Conforme sube la temperatura, casi todos los aspectos de la biología del mosquito Aedes aegypti  —el que transmite el zika, el dengue y otras enfermedades— se acelera cuando se trata de contagiar enfermedades, indicó el entomólogo Bill Reisen, de la Universidad de California Davis.

«Con las temperaturas altas tienes mosquitos que se alimentan con más frecuencia y tienen una mayor probabilidad de adquirir una infección. Y luego el virus se replica más deprisa porque hace más calor, de modo que los mosquitos pueden transmitir más pronto en su vida», explicó.

La termodinámica de los mosquitos se ve «impulsada por la temperatura». Los puntos calientes en este brote de zika igualmente han sido sitios donde se registraron sequías y altas temperaturas hace poco.

 

 

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