El cáncer de páncreas es uno de los más agresivos y mortales , pero se habla poco de él, pese a ser la cuarta causa de muerte por cáncer en el mundo. Su incidencia aumenta y, aunque el pico de edad de los pacientes es de 60 a 80 años, cada vez se ve en gente más joven, expresa el Dr. Leonardo Santamaría Galeotti, cirujano especialista en hígado, páncreas y vía biliar.
Dos tipos de tumor afectan el páncreas. Más del 95% son adenocarcinomas, agresivos y de rápido crecimiento; y los neuro- endócrinos, que ocurren en menos de un 5% de los casos y crecen más lento. No se conoce una causa específica para estos tumores , pero se han identificado factores de riesgo como el fumar, tener entre 60 y 80 años, antecedentes familiares, diabetes y obesidad. “Conocer los factores de riesgo es la única manera de prevenir”, indica el cirujano.
Un tumor puede surgir en cualquier porción del páncreas e ir creciendo localmente. Luego invade ganglios, y en etapas avanzadas, viaja a órganos vecinos. En una etapa temprana, no ocasiona síntomas y eso retrasa su diagnóstico. “ El cáncer de páncreas es un tumor silente ”, menciona el médico. No hay protocolos de prevención temprana, ni estudios de tamizaje para pacientes de alto riesgo. Además, los médicos no pueden palpar el páncreas para examinarlo.
La única posibilidad de mejorar el pronóstico es resecar el tumor en su totalidad, y así, quizás, el paciente llegue a los cinco años de sobrevida, aunque el promedio es de un año y dos meses. Tras la cirugía viene la quimioterapia o radioterapia . Se ha probado con medicamentos inmunosupresores, pero no ha habido una mejoría significativa en la sobrevida. Casi todos mueren por la recidiva (reaparición) del tumor, menciona el Dr. Santamaría. Pero, como más del 80% de estos tumores se diagnostican en etapa avanzada, ya no está indicada su extracción quirúrgica y, en menos de un año, los pacientes van a fallecer.
“Un paciente puede tener dolores inespecíficos en el abdomen o la espalda, fatiga y pérdida de peso. Le hacen ultrasonido de vesícula, endoscopías, y generalmente pasan meses antes de llegar a un diagnóstico de cáncer de páncreas”, señala el Dr. Santamaría. A veces el paciente se pone ictérico (con ojos y piel amarilla) cuando el tumor comprime la vía biliar y se incrementa la bilirrubina, pero generalmente será en etapas avanzadas.
Una tomografía puede mostrar el tumor, pero ya sería irresecable, localmente avanzado o con metástasis. Entonces se darían tratamientos paliativos, por ejemplo, hacer una derivación si hay una obstrucción biliar, o quimioterapia, para mejorar un poco los síntomas y la supervivencia. Si es un tumor neuroendocrino que viaja al hígado, se puede hacer un transplante de hígado.