La epidemia de ébola declarada el pasado 1 de agosto en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC) se ha cobrado ya 85 víctimas mortales, convirtiéndose en el peor brote que ha sufrido este país africano en la última década, según la información facilitada por el Ministerio de Salud congoleño que, además, ha comunicado este miércoles que se ha producido el primer caso en la ciudad de Butembo, de medio millón de habitantes, tradicional centro comercial con la vecina Uganda.
Los casos se elevan a 124 y los contagios se siguen produciendo con especial intensidad en la localidad de Beni donde una parte de la población se ha negado a colaborar con las autoridades, esconde a las personas enfermas y no participa en las campañas de vacunación debido al miedo, los prejuicios y la falta de información. Las autoridades congoleñas han iniciado un proceso de diálogo con las autoridades locales para tratar de combatir los rumores que circulan respecto al tratamiento y los entierros, principales focos de tensión con la población. Como en otras epidemias, la Cruz Roja se encarga de gestionar las inhumaciones de manera segura, lo cual choca con las costumbres de la población. El miedo se ha dejado notar de manera especial en la vuelta a clase esta semana, pues muchos padres han decidido no enviar a sus hijos al colegio, y en la baja asistencia de los servicios sanitarios.
El País