El Real Madrid no piensa realizar grandes operaciones de jugadores mientras el fútbol no regrese a la normalidad. La reflexión de la dirección deportiva es clara: ¿Para qué van a negociar con Nasser Al-Khelaifi de Mbappé, con el Rennes de Camavinga, o con el Borussia de Haaland, si el Bernabéu está vacío?

No se pueden llevar a cabo fichajes importantes con una reducción tan importante de los ingresos, cercana al veinticinco por ciento, por culpa de esta puerta cerrada, que deja a los socios sin fútbol en el estadio. Todo se remite a la televisión. Los seguidores no pueden acudir a la grada, al menos durante medio año. No pueden acudir al campo, no hay ingresos por abonos, ni taquillas. Y hay doce jugadores cedidos, de los que volverán tres.

Irene Lozano, presidente del CSD, ha manifestado que el fútbol español puede continuar a puerta cerrada hasta 2021 y el Real Madrid analiza que en esas condiciones no es prudente embarcarse en operaciones de alto calado. Lo mismo opinan los otros doce grandes clubes europeos

Javier Tebas, presidente de la Liga, lo ha refrendado con nitidez: «Los grandes clubes son los más perjudicados con la puerta cerrada», porque perderán un porcentaje elevado de sus recaudaciones, entre el veinte y el treinta por ciento, según cada caso», que provienen de la mercadotecnia y del «apartado» que el Real Madrid denomina «estadio», que incluye abonos, taquillas y la disputa de partidos amistosos. Todas esas partidas están bloqueadas desde el 12 de marzo, sin posibilidad de vender nada. E Irene Lozano, presidenta del Consejo Superior de Deportes, ha manifestado que el fútbol español debe planificar su futuro con la idea de jugar «a puerta cerrada hasta 2021».

Odegaard será la gran adquisición del nuevo curso 2020-21, costó diez millones. Llegó al Real Madrid con 16 años y el club desea que forme parte de su primera plantilla la próxima temporada. Es la revelación de la Liga española. El noruego desea tener continuidad si es recuperado en el verano.

El Real Madrid programa unas cuentas de futuro a corto plazo que también realizan el Barcelona, el Atlético, el PSG, el Bayern, la Juventus, el Manchester United, el City, el Liverpool, el Chelsea, el Liverpool y el Tottenham. Para todos ellos, la mercadotecnia, las taquillas, los abonos y los partidos contratados en el verano suponen una porción relevante de su caja anual ordinaria. La entidad madridista aprobó un presupuesto de 822 millones esta temporada.

La reducción de salarios firmada por los jugadores y grandes ejecutivos significa un cantidad de 39 millones de ahorro para la empresa, que serían 80 si la pandemia impidiera el regreso de la competición en la campaña actual.

Vuelven doce cedidos y la plantilla son ya 37

El Real Madrid que se dispute el resto de la campaña actual, pero si el fútbol continúa a puerta cerrada en septiembre con vistas al siguiente proyecto, el club, como todos los equipos de alto nivel internacional, ya calibra ese 25 por ciento menor de ingresos y apostará por la confección de un presupuesto que se adapte a esa realidad. Una filosofía que ya ha aplicado en los últimos años, donde la comparación entre gastos en fichajes y traspasos fue equilibrada. Solo esta última temporada aumentó el gasto con las adquisiciones de Hazard (100 millones), Jovic (60), Mendy (48) y Reinier (30), aunque también vendió a Kovacic (45), Llorente (35), Raúl de Tomás (25), Theo (20) y Keylor (13). El reto del nuevo estadio, con el pago anual de 30 millones de crédito, potencia también esa política conservadora. Lo mismo deberán hacer el resto de entidades.

Achraf, el mejor lateral de la Bundesliga para cubrir ambos lados, ha madurado en el Borussia Dortmund y el Real Madrid piensa recuperarle, pues rinde en los dos flancos de la defensa. Un multiusos

En la hipótesis de la continuidad de la puerta cerrada hasta 2021, los futbolistas tendrán que meditar ya en otra rebaja de salarios el próximo curso, pues no habrá taquillas y abonos durante muchos meses. Por todo ello, hablar ahora de Mbappé o de Lautaro, cuando muchos clubes han hecho ERTE con sus empleados, que no el Real Madrid, se antoja una ofensa.

En estas condiciones, mientras no haya un cambio claro hacia el retorno del aficionado a la grada, el club considera una imprudencia embarcarse en operaciones. Especialmente, porque tiene 37 profesionales en nómina, doce de ellos cedidos, y desea integrar en su primer plantel a tres fichajes ya pagados: Odegaard, Achraf y Lunin. Y tiene «problemas» para introducirlos en el equipo, pues hoy están cubiertas las veinticinco fichas y solo Areola acaba contrato en su retorno al PSG.

Y nadie en la plantilla quiere irse

Para «fichar» a Odegaard y Achraf deben marcharse dos hombres más. Y la difícil situación económica de los clubes, empezando por Italia y acabando por la Premier, implica que «nadie quiere irse del Real Madrid». Todo el mundo «desea cumplir su contrato». La entidad puede planificar fichajes de jóvenes a medio plazo y trueques, pero no aboga hoy por los grandes fichajes.

Fuente: ABC