Buenos Aires, (EFE).- El peronismo, la fuerza argentina que permea la vida política del país y que es difícil de entender fuera de sus fronteras, exhibió su músculo en las elecciones generales celebradas este domingo, en las que su candidato, Sergio Massa, no sólo pasó a la segunda vuelta frente al libertario Javier Milei, sino que además fue el más votado.
El actual ministro de Economía, responsable por su cargo en el Gobierno del peronista Alberto Fernández de la grave situación socioeconómica por la que atraviesa el país, con una inflación interanual que trepó en septiembre al 138,3 %, un nivel de pobreza del 40,1 % y una brecha cambiaria superior al 200 %, no se resintió en absoluto por estos datos.
Con el 98,51 % de mesas escrutadas, el candidato de la coalición oficialista Unión por la Patria (peronismo), aumentó su ventaja en 6,7 puntos sobre el aspirante de La Libertad Avanza (ultraderecha), Javier Milei, con quien competirá en segunda vuelta por la Presidencia argentina el 19 de noviembre.
Massa ha obtenido el 36,68 % de los votos frente al 29,98 % de Milei.
Más de 9,6 millones de votantes respaldaron al candidato oficialista, pese al difícil contexto socioeconómico que atraviesa el país.