La Asamblea Nacional de Francia aprobó una ley para que los pacientes terminales puedan recibir una sedación “profunda y continua”.  

La ley, que reavivó el polémico debate sobre la eutanasia, fue aprobada por 436 votos a favor y 34 en contra en la Asamblea Nacional.  

El proyecto, que ahora debe ser analizado por el Senado igualmente permitirá personas que no desean ser mantenidas con vida artificialmente, que dejen estipulada su decisión en un testamento.  

La posibilidad de “dormir antes de morir, para no sufrir”, según la expresión del diputado conservador Jean Leonetti, se reservará a los pacientes con una “afección grave e incurable” y en las situaciones previstas por la ley.  

Leonetti, médico de profesión, es uno de los autores del proyecto de ley junto con el diputado socialista Alain Claeys.  

Por su parte, Claeys expresó que esta ley otorga el derecho a “un fin de la vida tranquilo y sin dolor”. El texto, que ahora debe ser analizado por el Senado, cumple con una de las promesa de campaña del presidente François Hollande, favorable a “una asistencia médica para terminar la vida de forma digna”. La votación fue perturbada cuando desconocidos lanzaron desde las tribunas panfletos que decían “No a la eutanasia”.  

Según un sondeo publicado el domingo, el 96% de los franceses son favorables a la sedación cuando el paciente lo solicita. Una mayoría un poco menor, 88%, está de acuerdo con la sedación cuando se trata de una decisión del equipo médico debido a la imposibilidad de que el paciente exprese su opinión.  

 

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