La herencia, la inactividad, la obesidad, una dieta pobre en fibra, el consumo de alimentos picantes y de alcohol, la constipación y el estreñimiento contribuyen a que el tejido hemorroidal se inflame, sangre, duela y, en ciertos casos, se prolapse (se salga del ano), explica el cirujano y coloproctólogo Ramón Garríquez.
Las hemorroides son un complejo vascular de tejido con arterias y venas, y se presentan más en mayores de 30 años y embarazadas.
Por otro lado, según el médico, la relación sexual anal daña el músculo, el recto y causa prostatitis crónica en el hombre, pero no se considera causal de hemorroides.
Las hemorroides pueden ser internas y externas. Las internas se clasifican así:
• De 1er. grado: cuando se manifiesta con sangre, sin dolor.
• De 2do. grado: además de sangrar, se prolapsa al evacuar y luego el tejido regresa a su lugar.
• De 3er. grado: puede sangrar, se prolapsa y luego de evacuar, la persona se reintroduce el tejido.
• De 4to. grado: puede que sangre y se prolapse; pero, aunque la persona trate de reintroducir el tejido, este siempre se queda afuera.
En los primeros dos casos, el tratamiento incluye baños de asiento, pomada con corticoides y medicinas que mejoran el flujo de sangre. Si no hay progreso, se debe operar. Las hemorroides de tercer y cuarto grado siempre requieren cirugía.
Garríquez explica que es una urgencia quirúrgica cuando la hemorroide externa se trombosa; es decir, que la sangre se estanca en el tejido externo y forma un coágulo o trombo, pero este no se desplaza a otra parte. El tratamiento postoperatorio incluye baños, pomada y medicinas que favorecen una defecación suave, que mejoran la inflamación, el dolor y la circulación en la región anal. Si no se acude al médico, las hemorroides no se volverán un cáncer, pero sí pueden producir anemia. Además, la humedad y mucosidad ensucian la ropa y causan prurito.