La primera ronda de negociación del Tratado Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) culminó este domingo sin revelar avances concretos, lo que ha causado expectación, incertidumbre y algunas críticas en México.
‘Lo relevante de esta ronda de negociación fue sin duda el protagonismo de EE.UU. y su clara intención de renovar completamente el tratado en algunos temas de su interés’, dijo a EFE la senadora del izquierdista Partido de la Revolución Democrática Dolores Padierna y que acompaña al Ejecutivo mexicano como miembro del Senado, aunque no es parte de la negociación. Para combatir el déficit comercial con México, ‘EE.UU. exigió cambios en protección de inversión, solución de controversias, propiedad intelectual o energía’, indicó Padierna. Ello a fin de poder dar ‘comentarios, propuestas y alternativas’, detalló.
Las tres naciones firmantes del TLCAN en 1994 cerraron la primera ronda de conversaciones con el compromiso de acelerar el ritmo para alcanzar un acuerdo a comienzos del próximo año, especialmente para no coincidir con las presidenciales mexicanas en 2018.
La información que se dio a conocer al cierre de las reuniones no despejó ninguna de las dudas sobre el avance de la negociación. ‘La incertidumbre es lo que tenemos presente ante las negociaciones’, reiteró ayer el exmandatario Vicente Fox en una rueda de prensa.
Entre los factores que alimentan esta incertidumbre está la falta de un calendario cerrado, el papel de Canadá en la disputa o los cambiantes criterios del jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, indicó.