Un rictus de dolor del que no pueden desprenderse acompaña a los familiares de las víctimas mortales del coronavirus que deambulan por hospitales y morgues para ubicar a sus seres queridos. Las lágrimas no alcanzan para expresar el sufrimiento y la angustia.
Lo que se vive en Guayaquil, la ciudad ecuatoriana más golpeada por la pandemia, es dantesco: los cadáveres siguen apilados en los corredores de los hospitales; también hay en contenedores que se han ubicado cerca de los centros sanitarios. Los deudos deben llegar a identificarlos, en una misión que desborda todos los sentimientos y que resulta imposible describir.
En los sectores populares el drama es conmovedor. Los familiares deben dejar en las veredas los cadáveres de sus seres queridos, porque ni los números de emergencia ni las funerarias responden. Por miedo al contagio, solo 20 de las 120 funerarias de la ciudad están abiertas. Por si fuera poco, la escasez de ataúdes es un drama adicional. Las medidas de restricción para movilizarse impiden que los obreros lleguen a los talleres y se ha parado la producción. La gente recorre las funerarias, incluso con las que tenían acuerdos mortuorios, pero están cerradas. Ante el clamor de los deudos, el Municipio empezó a entregar ataúdes de cartón.
«Vivir el duelo de perder a un ser querido es ya inmensamente doloroso y desestabilizador; dejarlo en la calle envuelto en sábanas y enterrarlo en cartones podrá desencadenar un trastorno postraumático de estrés», comentó la psicóloga clínica Verónica Espinosa Sánchez.
El trabajo de la Fuerza de Tarea Conjunta que organizó el Gobierno nacional, en el que participan funcionarios y el Ejército, para el levantamiento de cadáveres ha hecho un enorme trabajo, pero todo es insuficiente. Jorge Wated, quien lidera esa Fuerza, dio a conocer que el sábado han sido inhumadas 150 personas. Anunció que habrá una página Web en la que los deudos podrán saber dónde están sepultados sus familiares, digitando la cédula y el nombre, y que habrá visitas apenas termine la pandemia. En las últimas horas se esperaba la llegada de un experto en la recolección de cadáveres de la Organización Panamericana de la Salud (OPS); además, está previsto habilitar una nueva línea de móvil para que la gente llame no solo al 911 que permanece saturado.
Contagiados se pasean por las calles
Otra de los hechos más perturbadores es el revelado por el propio presidente Lenín Moreno. Moreno mostró en la televisión mapas virtuales que dan cuenta de que cuatro de cada diez contagiados siguen movilizándose. «Es una terrible falta de conciencia, una irresponsabilidad sin nombre», sentenció.
En Ecuador también hay controversia por el número de contagiados y el de fallecidos por Covid-19. De hecho, las autoridades admiten que hay un subregistro. Hasta ayer domingo, las cifras oficiales hablan de 180 fallecidos, 3.646 casos confirmados y 5.137 casos con sospecha. La provincia del Guayas, cuya capital es Guayaquil, tiene el 69,2% de los casos del total nacional.
Fuente: ABC