Este 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Ictus bajo el lema “Levantarse tras un infarto cerebral”, en el que se insta a apoyar la recuperación efectiva de las personas que han sufrido un derrame. Aunque el ataque cerebrovascular (ACV), también conocido como infarto cerebral o ictus, constituye la segunda causa de muerte en Colombia, la “mayor carga social y costo es para el 90 % de los sobrevivientes”, dijo a Efe el neurólogo clínico Mario Muñoz, miembro directivo de la Red Colombiana contra el Ataque Cerebrovascular (RecaVar).
Un derrame ocurre cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene, bien sea por obstrucción causada por un coágulo o por la ruptura de un vaso sanguíneo, y sin una atención inmediata (en un intervalo máximo de 4,5 horas tras los primeros síntomas) puede dejar secuelas en la movilidad, el lenguaje o los sentidos. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 15 millones de personas sufren un accidente vascular cerebral al año en todo el mundo y, de este grupo, cinco millones mueren y otros cinco millones quedan discapacitadas de por vida. “Es indispensable actuar con prontitud cuando se presentan las primeras señales ya que las consecuencias de un ataque cerebral son graves y no solo las sufren los pacientes sino todo su entorno familiar”, agregó Muñoz.
El Espectador