La ictericia es un trastorno muy común en recién nacidos, y se caracteriza por una coloración amarillenta en la piel, que incluye las escleras (parte blanca de los ojos) y las mucosas, debido a la acumulación de la bilirrubina.
Habitualmente, suele aparecer en los primeros 2 a 4 días de vida del neonato, y en la mayoría de las veces sucede por un proceso fisiológico de producción excesiva de bilirrubina.
Es importante entender que los niños alimentados con pecho se pueden mantener por más tiempo ictérico. A este trastorno se le conoce como ictericia fisiológica.
Cerca del 30 al 40% de los recién nacidos a término presentan ictericia y en los pretérminos del 60 al 70%, según dio a conocer, el Dr. Roberto Grimaldo, pediatra neonatólogo de la Caja de Seguro Social (CSS).
Cada año, en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid (CHDR.AAM), nacen unos 5 mil niños, de los cuales el 14% son prematuros.
En los neonatos se pueden desarrollar dos tipos de ictericia: la fisiológica y la patológica. La fisiológica se presenta con regularidad en los recién nacidos amamantados y durante ese periodo se pueden presentar dos tipos: la primera por lactancia y la segunda de la leche materna. Ambas resultan ser inofensivas para el bebé.
Estos tipos de ictericia ocurren por dos razones:
- Cuando el bebé no es alimentado bien o la leche de la madre es lenta para salir.
2. Cuando las sustancias en la leche materna afectan la descomposición de la bilirrubina en el hígado.
La patología se caracteriza por un aumento de la bilirrubina debido a un proceso acelerado de destrucción de los glóbulos rojos.
Generalmente, la ictericia no causa problemas en la salud del infante y desaparece al cabo de 2 semanas.
El Dr. Grimaldo, reveló la importancia que representa la leche materna como el principal alimento para el bebé, brinda nutrición y protección. Además, es la mejor prueba de amor que una madre le puede dar a su hijo.
Agregó, que la fuente de prevención para la ictericia infantil es comer sano, dar lactancia materna, colocar al niño al sol por 30 minutos al día y consultar con el médico cualquier duda.