Lo llaman «súper-atractor de cáncer» y es la última revolución en la industria de los implantes.
Sus creadores, científicos de la Universidad de Michigan (UM), EE.UU, manifiestan que funciona «como una esponja» y que es capaz de atraer y capturar las células cancerosas que se hallan en nuestra sangre.
Pero este revolucionario implante-imán no únicamente atraerá a las células malignas; igualmente podrá monitorearlas.
De hecho, el dispositivo está preparado para alertar a los médicos sobre posibles recaídas en pacientes de cáncer de mama , e incluso evitar que las células cancerosas se extiendan a otras partes del cuerpo.