Un nuevo estudio publicado en la revista de la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos ha demostrado que, aunque beber una pequeña cantidad de cafeína en el desayuno ayuda a reducir la ingesta de alimentos en la primera comida del día, su efecto es limitado y transitorio, por lo que los expertos no respaldan su uso como supresor del apetito o ayuda para perder peso. Los autores de esta investigación encontraron que después de beber una pequeña cantidad de cafeína, los participantes consumieron un 10% en un desayuno buffet proporcionado por los investigadores, pero este efecto no persistió durante todo el día y no tuvo impacto en las percepciones de los participantes sobre sus apetitos. Así, consideran que la cafeína no es efectiva como un supresor del apetito ni ayuda para bajar de peso.
«La cafeína se agrega con frecuencia a los suplementos dietéticos con afirmaciones de que suprime el apetito y facilita la pérdida de peso. Investigaciones anteriores especularon que la cafeína acelera el metabolismo o afecta las sustancias químicas cerebrales que suprimen el apetito y la evidencia epidemiológica sugiere que los consumidores de cafeína regulares tienen una masa corporal inferior –explica la investigadora principal, Leah M. Panek-Shirley, del Departamento de Ejercicio y Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Buffalo, Nueva York–. El objetivo de nuestro estudio fue determinar si la cafeína puede estar relacionada con una ingesta reducida de alimentos o un apetito reprimido, y si los resultados varían según el IMC».
Europa Press