Jerusalén, (EFE).- El cuasi colapso total del sistema sanitario en la Franja de Gaza, devastada tras más de 200 días de guerra con Israel y más de 34.400 muertos; además de la escasez de agua potable, el hacinamiento y la falta de medicamentos hacen que muchos gazatíes se mueran por enfermedades fácilmente tratables.
“¿Cuántos niños han muerto ya de neumonía en hospitales desbordados?”, se pregunta Mari Carmen Viñoles, responsable de la Unidad de Emergencia de Médicos Sin Fronteras, organización presente en el enclave palestino y que este lunes publica un informe titulado: ‘Muertes silenciosas’.
“¿Y las consecuencias mortales del cierre de las unidades de diálisis renal en los hospitales atacados? Estas son las muertes silenciosas de Gaza de las que no se informa”, añade Viñoles.
Según el informe, basado en datos médicos y testimonios de pacientes, las condiciones de vida actuales en Rafah, donde se refugia más de un millón de palestinos desplazados, no son propicias para la supervivencia.