Tomar tres raciones o más de leche y productos lácteos al día está relacionado con menos problemas cardiovasculares y una menor mortalidad. El efecto parece más acusado entre los que toman la leche o el yogur enteros. Esta es la conclusión de un estudio de los hábitos alimenticios de más de 100.000 personas de una veintena de países. A pesar de estos resultados, científicos y médicos creen prematuro dejar de seguir las recomendaciones oficiales de minimizar el consumo de derivados lácteos con toda su grasa.
Desde hace tiempo, las autoridades sanitarias y expertos en nutrición han apostado por el consumo de leche y sus derivados en sus versiones semi o completamente desnatada. Lo justifican con el argumento de que los productos lácteos enteros son una gran fuente de grasas saturadas, elementos relacionados con el aumento de los lípidos en la sangre, como el colesterol. Esta elevación de niveles aparece conectada con diversas enfermedades cardiovasculares, la principal causa de mortandad entre los humanos. Ahora, uno de los mayores estudios realizados hasta la fecha viene a cuestionar aquellas recomendaciones mostrando una conexión entre leche, en particular entera, y buena salud del corazón.
El País