Detrás de la reciente orden emitida por el rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdelaziz, que permitirá a partir de junio de 2018 que las mujeres puedan conducir un automóvil hay una historia de luchas que por décadas buscaron revertir la prohibición.

La acción se suma a pasos previos dados por el gobierno saudí para incrementar los derechos civiles de las mujeres, entre los cuales también figura la introducción del voto femenino en 2015 en elecciones municipales, informa la cadena estadounidense CNN .

La profesora universitaria y activista Fawziah al-Bakr, entrevistada por el diario The New York Times, aseguró que las mujeres saudíes lucharon por este derecho durante más de una década.

Ella, junto a otras 47 mujeres, protagonizaron en 1990 la primera protesta contra esta prohibición. En aquella manifestación las activistas manejaron en automóviles en los alrededores de la capital saudí, Riad.

Otro suceso aconteció en 2011 cuando una madre soltera, Manal al-Sharif, hizo un llamado a las mujeres en las redes sociales para manejar el 15 de junio de ese año, con el fin de que realizaran sus actividades sin la dependencia de un guardián masculino. Como resultado, Al-Sharif fue capturada manejando y llevada a prisión.

En 2013, unas sesenta mujeres realizaron un acto similar al de las 47 de 1990, varias de ellas fueron encarceladas y fueron objeto de malos tratos por las autoridades policiales, informa el diario Washington Post.

Aún no se ha aclarado cómo se piensa aplicar en la práctica esta nueva medida, sin embargo, un comité formado por miembros de los ministerios de Interior, Hacienda, Trabajo y Desarrollo Social trabajan en los detalles.

Ahora, las activistas para los derechos de la mujer concentran sus esfuerzos en la eliminación de otras leyes que las obligan a tener un guardián masculino para realizar actividades como viajar, abrir una cuenta de banco, aplicar a un pasaporte, divorciarse, estudiar en el extranjero, ser beneficiarias de una beca y que todavía requieren de un varón para poder salir de prisión.

Además de lo anterior, en 2013 las autoridades saudíes ordenaron que las zonas de trabajo tengan paredes que separen a los hombres y mujeres para evitar que se mezclen en el ambiente laboral. Las únicas excepciones son los bancos y los centros hospitalarios.

A su vez, las mujeres deben aparecer en público cubiertas con la abaya, una túnica larga que cubre casi todo el cuerpo, informa CNN.

Otras dificultades a las que se enfrentan las mujeres saudíes es que aún necesitan que dos hombres testifiquen en favor de su buen carácter para poder abrir un negocio y que no pueden entrar a restaurantes sin una sección designada para ellas.

A pesar de las dificultades que quedan por resolver la comunidad internacional ha elogiado la decisión del monarca saudí. La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificaron la decisión como un paso positivo para el país.

ULEMAS APOYAN LA ORDEN DEL REY SAUDÍ

La mayoría de los miembros de la Autoridad de los Ulemas de Arabia Saudí han mostrado su apoyo a la orden real que permite conducir a las mujeres en un comunicado emitido recientemente.

Los ulemas islámicos aseguraron que el rey Salman bin Abdelaziz tomó ‘las decisiones adecuadas y correctas en base al interés de los ciudadanos’.

También aclararon que todas las fatuas o edictos islámicos respecto a las mujeres al volante se centran en los vicios y virtudes de esta práctica, pero no abordan el acto mismo de conducir

‘La mayoría de los ulemas no ven impedimento en que las mujeres conduzcan en el marco de garantías y leyes para mantener el respeto y dignidad de la mujer’, detalló el texto.

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