La yuca es un tubérculo de valor económico bajo, de fácil cultivo y excelente sustituto para el pan o la papa. Pero tiene un peligro: que se confunda con la yuca amarga, que puede provocar la muerte.
Los niveles de cianuro o ácido cianhídrico presentes en la yuca amarga, si no es tratada y cocinada de manera adecuada, pueden ocasionar desde intoxicación hasta un fallo masivo en los órganos vitales, como el hígado y el cerebro.
Los reportes del creciente consumo de este tubérculo en Venezuela han despertado preocupación en autoridades locales y centros médicos en varios estados del país.
El gobierno nacional no ha publicado una cifra exacta de intoxicaciones o fallecimientos por yuca amarga, pero el Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria «dedica esfuerzos a educar a la población para prevenir más casos de ingesta de yuca amarga», señaló el ente a BBC Mundo.
Según la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, 28 personas han fallecido como consecuencia de haber comido yuca amarga entre noviembre de 2016 y marzo de este año.
El comité estimó esa cifra basándose en reportes no oficiales de la red Médicos por la Salud y de medios de comunicación, le dijo a BBC Mundo el diputado José Manuel Olivares.