Las infecciones de oídos son la causa más común por la que los padres llevan a sus hijos al médico. Los adultos igualmente pueden padecerlas, pero son menos comunes.

En general, la infección afecta el oído medio y se denomina otitis media. Los tubos dentro de los oídos se tapan con líquido y moco. Esto puede afectar la audición, ya que el sonido no puede pasar a través de todo ese líquido.

Con frecuencia, las infecciones de oído desaparecen sin tratamiento, pero el médico puede recomendar medicinas para el dolor.

Las infecciones más graves y las infecciones en bebés pueden requerir antibióticos. Los niños que tienen infecciones frecuentes pueden requerir una cirugía para colocar pequeños tubos dentro de los oídos. Los tubos alivian la presión dentro de los oídos y así el niño puede oír nuevamente.

 

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