Las nuevas tecnologías favorecen una ultraconectividad que puede resultar beneficiosa en algunos sentidos, como la inmediatez o disponer de gran cantidad de información, pero causar perjuicios en otros, sobre todo, en el área de la salud. Los datos de la Organización Mundial de la Salud arrojan que una de cada cuatro personas sufre trastornos de conducta vinculados con las nuevas tecnologías. El estrés destaca como efecto provocado por las nuevas tecnologías en general y las aplicaciones móviles en particular. En este sentido, el observatorio de los centros Nascia sobre tecnología y estrés ha elaborado una lista con las ‘apps’ que más estrés provocan en la población española. El estrés llega al punto de alterar horarios de sueño, hábitos saludables y costumbres diarias y, de hecho, dentro de 10 años los casos por estrés tecnológico triplicarán los existentes en la actualidad, según Nascia.
Los expertos de la clínica afirman que existe una relación directa entre el estrés y la ausencia de interacción . La sociedad está conectada de forma permanente y escapar de ello no sólo es complicado sino que en un 55 por ciento de la población tiene necesidad de conexión. «Para los adictos supone una obligación y una fuente de estrés inagotable», han matizado. Son los jóvenes los que sufren problemas de este tipo, pero cada vez más adultos y en edades más tardías sufren de estrés tecnológico. Se une la necesidad de estar conectados a la obligación de manejar las herramientas para no aislarse.
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