Intentar dormir a un niño puede ser una labor titánica para un padre y puede que no se trate solo de miedo a la oscuridad o querer jugar unos minutos más.

La neuropediatra, Rocío Sánchez, asegura que las causas más frecuentes del trastorno del sueño infantil son, en la mayoría de los casos, malos hábitos establecidos que pueden ser resueltos en la consulta pediátrica.

‘No son niños que padezcan una enfermedad, ni tienen problemas psicológicos, sino que los padres no les establecen conductas u horarios a la hora de dormir’, aclara.

Sánchez indica que lo primero que se debe hacer es llevar un horario estricto a los hijos para la hora de dormir.

Hay que evitar que los niños se vayan a la cama con un celular, ordenador o tableta, esto los distrae y no permite que concilien el sueño rápido.

Otras recomendaciones son ‘acostar y levantar a los niños a la misma hora, promover el dormir sin la presencia de los padres, llevarlos a la cama cuando están cansados, realizar actividades relajantes y no resolver problemas antes de acostarse’, recomienda Sánchez.

La pediatra María Beatriz Abbot coincide en que este trastorno tiene un impacto negativo en la salud y en la calidad de vida de los niños, y que también puede darse por problemas patológicos relacionados con el insomnio.

‘Se estima que entre 20% a 30% de las visitas al pediatra están relacionadas con algún problema ligado al sueño, y los padres pueden hacer mucho para ayudar a sus hijos a conciliar un sueño profundo y reparador, el que necesitan para crecer saludablemente’, asegura Abbot.

 

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