Minsk (Bielorrusia) (AFP) |

 

Los partidos y candidatos independientes favorables al presidente Alexandre Lukashenko conquistaron los 110 escaños del nuevo parlamento de Bielorrusia, en el cual la oposición no tendrá ningún diputado, según los resultados de las elecciones legislativas del domingo, muy criticadas por los observadores occidentales.

La oposición perdió los dos escaños que tenía en el parlamento saliente, según el anuncio este lunes de la Comisión Electoral, que publicó la lista completa de los nuevos diputados del parlamento de esta exrepública soviética.

Según esta lista, todos los electos son favorables al poder, o procedentes de administraciones, partidos u organizaciones que lo apoyan.

Conocido como el “último dictador de Europa”, Alexandre Lukashenko está al frente de Bielorrusia desde hace 25 años. Ninguna de las elecciones organizadas desde entonces en este país ha sido considerada libre o justa por los observadores internacionales.

Entre los diputados del nuevo parlamento figuran el embajador de Bielorrusia en Turquía, un exministro de Información, un alto responsable de la presidencia, o un viceministro de Defensa. También figura Miss Bielorrusia 2018, Maria Vassilevitch, que aparece frecuentemente en compañía de Lukashenko en ceremonias públicas.

Estas elecciones suscitaron duras críticas de la Organización para la seguridad y cooperación en Europa (OSCE), que envió 400 observadores a los comicios.

“Estas elecciones han demostrado una falta de respeto general a los compromisos democráticos” denunció Margareta Cederfelt, jefa de los 400 observadores de la OSCE.

Por su lado, el politólogo bielorruso Pavel Usov, que dirige el Centro de Análisis basado en Varsovia, ironizó: “el sistema Bielorruso de falsificaciones de elecciones ha sido llevado a la excelencia”.

La Comisión electoral anunció además una participación del 77,22%, un nivel muy exagerado según Usov, ya que los electores se desplazan cada vez menos a votar a unos comicios cuyo resultado es conocido de antemano.

“Ya ni se vota ni se cuentan realmente los votos” resume el politólogo.