París, (EFE).- El presidente francés, Emmanuel Macron, decretó este miércoles el estado de emergencia en Nueva Caledonia, después de que el archipiélago autónomo del Pacífico sufriera una segunda jornada de revueltas que han provocado cuatro muertos.

Macron reunió de urgencia a su Consejo de Defensa antes de tomar esta decisión destinada a devolver la calma a un territorio sumido en el caos por la adopción de una reforma constitucional destinada a reformar su censo electoral, algo que no aceptan los independentistas de la isla.

“Toda violencia es intolerable y será objeto de una respuesta implacable para garantizar el retorno al orden”, indicó Macron en un comunicado difundido por el Elíseo.

El presidente se coloca así al frente de una crisis que estalló hace dos días, cuando en la Asamblea Nacional de París comenzó el debate sobre la apertura de un censo congelado desde 1998, lo que impedía el voto a personas instaladas en la isla desde entonces.

Macron hizo un llamamiento a la calma y exigió “la necesidad de que se retome el diálogo político”, para lo que pidió a su primer ministro, Gabriel Attal, que reúna en París a las diferentes fuerzas políticas del archipiélago.