Tyron (EE.UU.). EFE/AP
Los habitantes de Carolina del Norte y del Sur en EE.UU. aceleraban ayer los preparativos para hacer frente al devastador huracán Florence, que con vientos de más de 200 kilómetros por hora y lluvias torrenciales amenaza con ser el más devastador en la zona de los últimos 60 años.
Además de las miles de personas que aprovechan las últimas horas en las que será posible huir por carretera de los efectos del ciclón, las que han decidido quedarse en sus casas protegen sus viviendas con planchas de madera y hacen acopio de alimentos y agua. Las autoridades insistieron a los habitantes de Carolina del Norte y del Sur a que se preparen para la llegada de Florence, una tormenta que calificaron de «monstruosa», que llegará a última hora del viernes a las costas de la región como la peor desde 1954.
El presidente Donald Trump dijo que el Gobierno está totalmente preparado para Florence pero exhortó a las personas que “se salgan de la ruta” de la tormenta, de acuerdo con un mensaje videograbado que difundió la Casa Blanca.
El gobernador de Georgia, Nathan Deal, declaró ayer miércoles el estado de emergencia debido a la previsión de que la tormenta cambió su ruta más hacia el suroeste. Deal igualmente pidió a las personas que oren por aquellas que están en la ruta del huracán Florence. Las regiones de Carolinas y Virginia declararon las emergencias durante la semana.