Tras recibir un trasplante, lo normal es que el organismo haga todo lo posible para rechazar ese órgano. Para evitar que eso pase, los pacientes trasplantados deben tomar de por vida medicamentos inmunosupresores que, básicamente, impiden que las defensas del organismo ataquen a los nuevos tejidos al identificarlos como ajenos. Este tipo de tratamientos tiene muchos riesgos asociados , por lo que conseguir la aceptación de los órganos trasplantados sin necesidad de recurrir a esta terapia es el objetivo de distintos grupos de investigadores.

Pero un equipo del Instituto de Salud Carlos III podría haber dado un paso importante en este sentido. Han desarrollado una nanoterapia que se dirige hacia células del sistema inmune innato y permite evitar el rechazo sin la medicación habitual. Hasta el momento, sus investigaciones se han probado sólo en ratones, pero los resultados, que se publican en la revista ‘Immunity’, una de las publicaciones del grupo ‘Cell’, son prometedores.

El Mundo