El papa Francisco mostró ayer de nuevo su solidaridad con las víctimas del terremoto del miércoles en el centro de Italia y dijo después del tradicional rezo del Ángelus que “apenas sea posible” se trasladará a la zona. “También yo espero ir a encontraros, para llevaros personalmente al apoyo de la fe y de la esperanza cristiana”, agregó.

Los habitantes del Lacio, Las Marcas y Umbria fueron golpeados por un terremoto de 6 grados en la escala de Richter.