La expresidenta brasileña Dilma Rousseff, destituida en 2016 por irregularidades fiscales, confirmó ayer su candidatura a un escaño en el Senado por el estado de Minas Gerais para las elecciones de octubre próximo.

Al ser aclamada candidata a senadora en una reunión del Partido de los Trabajadores (PT) celebrada en Belo Horizonte, Rousseff dijo que en la Cámara Alta se propone ‘seguir combatiendo el golpe’, como ella y esa formación califican el proceso que le costó el cargo y llevó al poder al entonces vicepresidente Michel Temer. Rousseff también enmarcó en el supuesto golpe el encarcelamiento del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, a la cabeza en casi todas la encuestas y preso desde abril pasado.

 

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