No es una novedad que efectuar actividad física constante aporta numerosos beneficios a nivel salud, pero sobre todo cumple una acción protectora frente a las enfermedades cardiovasculares: infartos, hipertensión, enfermedad aórtica.
Tomando datos de las encuestas nacionales de salud entre 1994 y 2008 se analizaron a 80.306 mujeres y hombres, con un promedio de 52 años, supervisando sus hábitos en los últimos 9 años. Tomaron como parámetro la realización de cualquier tipo de actividad física, sea desde tareas domésticas o clases de danza hasta la práctica de deportes. Durante el lapso del periodo investigado, 8.790 de ellos fallecieron, incluyendo a 1.909 por enfermedades cardiovasculares.
El estudio, a cargo de la Universidad de Oxford y publicado en el British Journal of Sports Medicine, reveló que las personas que practican los deportes de raqueta -como el tenis, el squash, el badminton o el pádel- con mayor regularidad disminuían su riesgo de muerte. Este grupo redujo un 47% las causas por muerte general y un 56% en casos relacionados a problemas cardíacos.
Por otro lado, la natación y los ejercicios aeróbicos igualmente mostraron una merma significativa: el riesgo de fallecimiento por dolencias generales osciló entre un 27 y 28% por ciento en ambos, mientras la mortalidad por problemas cardiovasculares se redujo en 36 y 41%, respectivamente. Por su parte, la práctica de ciclismo disminuyó los valores en un 15%, pero no tuvo influencia específica en la salud del corazón y los vasos sanguíneos.