La esquizofrenia es un desorden mental severo caracterizado por profundos trastornos en el pensamiento que afectan el lenguaje, la percepción y sentido de identidad en general, incluyendo episodios psicóticos frecuentes como alucinaciones visuales o auditivas y delirios.
La esquizofrenia es considerada una de las 10 enfermedades más incapacitantes y costosas según la Asociación Americana de Psiquiatría (American Psychiatric Association, o APA en inglés).
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 21 millones de personas en todo el mundo sufren esta enfermedad, la cual tiene el potencial de impedir una adaptación funcional en ambientes familiares o laborales.
Es un padecimiento crónico donde se presentan crisis de forma recurrente y donde las manifestaciones de pérdida de funcionalidad se incrementan a través del tiempo.
La esquizofrenia no se puede atribuir a una causa específica sino a la combinación de diversos factores como predisposición genética, alteraciones en la neuroquímica cerebral y factores ambientales (consumo de marihuana, traumas, maltrato, lesiones que impiden el desarrollo normal del cerebro provocadas antes o después del nacimiento).