Autoridades de salud de toda la región de América se comprometieron a adoptar legislación para el establecimiento de ambientes 100% libres de humo de tabaco en todos los países de la región para 2022, una de las medidas consideradas como más eficaces por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el fin de acabar con la epidemia de tabaquismo y prevenir enfermedades asociadas.

En el continente americano, cerca del 17% de la población adulta consume tabaco. Su control es un potente instrumento para mejorar la salud e impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular la meta 3.4, que insta a disminuir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles (ENT) para 2030.

El consumo de tabaco es un importante factor de riesgo de las ENT como las enfermedades cardiovasculares y respiratorias crónicas, diversos tipos de cáncer y la diabetes. En la Región, estas enfermedades son responsables del 80% del total de decesos, 35% de los cuales son prematuros.

“Es fundamental fortalecer las políticas de control del tabaco si queremos disminuir su consumo y salvar vidas”, afirmó la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne.

Durante la aprobación de la Estrategia y plan de acción para fortalecer el control del tabaco en la región de las Américas 2018-2022, que tuvo lugar durante la 29° Conferencia Sanitaria Panamericana de la OPS, que se desarrolla hasta el 29 de septiembre en Washington, DC, Etienne explicó que estos ambientes igualmente ayudan a evitar que las personas comiencen a fumar y apoyan a los fumadores que buscan dejar de hacerlo.

Actualmente, 17 de 35 países de la región que son miembros de la OPS carecen de normativas nacionales que establezcan ambientes 100% libres de humo de tabaco en todo lugar público y de trabajo cerrado y en el transporte público.

Esta medida es considerada una de las cuatro “best buys” o “mejores inversiones” para la prevención y control de las enfermedades no transmisibles, junto con la inclusión de advertencias sanitarias grandes y con imágenes en todos los paquetes de tabaco, el aumento de los impuestos al tabaco, y la prohibición total de la publicidad, promoción y patrocinio del tabaco.

La nueva estrategia apunta a acelerar la aplicación de estas cuatro medidas que forman parte del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT), ratificado en 2005, y cuya aplicación ha sido desigual en una región con cerca de 127 millones de fumadores.