MADRID, (EUROPA PRESS) –

El presidente de Perú, Pedro Castillo, ha condenado este jueves el secuestro al que fueron sometidos dos periodista por parte de las llamadas rondas campesinas a su paso por la región de Cajamarca y ha exigido una investigación de lo ocurrido.

“Rechazo enérgicamente todo acto de violencia que vulnere las libertades personales, así como la libertad de prensa y expresión. Somos respetuosos del Estado de Derecho”, ha escrito Castillo en su cuenta de Twitter.

“Por ello, exigimos una investigación sobre lo sucedido con los periodistas de un medio de comunicación en la región Cajamarca”, ha reclamado el presidente peruano en relación caso de los trabajadores del canal América TV, retenidos en el distrito de Chadín por un grupo de campesinos mientras hacían un reportaje.

El reportero Eduardo Quispe y el cámara Elmer Valdiviezo del equipo del programa de televisión Cuarto Poder denunciaron que fueron retenidos cuando tomaban declaraciones sobre Yenifer Paredes, cuñada del presidente Castillo, a la que se vincula con un supuesto delito de tráfico de influencias en la región.

Antes de que Castillo se pronunciara, Quispe le ha responsabilizado frente a las cámaras de Canal N y ha defendido que debería “responder” por lo ocurrido ya que es el presidente “quien se ampara en las rondas campesinas y en su justicia”, además de haber tenido “siempre un discurso azuzador contra la prensa”.

América TV emitió un comunicado informando de que la razón por la cual dos de sus trabajadores fueron retenidos se debió al reportaje que la cadena emitió días antes en el que se puede ver unas imágenes en las que Yenifer Paredes aparece ofreciendo contratos públicos para obras de saneamiento a los habitantes de un localidad de Cajamarca, región de la que os oriundo Castillo.

En ese mismo comunicado, la cadena sostiene que las rondas campesinas obligaron a pedir disculpas públicas a los retenidos ya que en caso contrario “sus vidas estaban en riesgo”. Por ello, decidieron interrumpir la programación habitual y dar paso por teléfono a Quispe que leyó “obligado” un texto que le fue dictado.

Durante su intervención Quispe leyó un comunicado en el que admitía que aquel reportaje suponía “una imputación falsa”, por lo que era menester rectificar para “no hacer daño al Gobierno central y a sus familiares” y pedir perdón “a nivel nacional por actuar no de acuerdo a la verdad”.

 

Fuente: EUROPA PRESS