EFE Quito

 

El casco colonial de Quito fue escenario ayer de violentos choques y cargas policiales para dispersar a miles de manifestantes del sector indígena, jóvenes y obreros que secundaron una movilización nacional contra el presidente, Lenín Moreno, y las medidas económicas de su gobierno.

Al grito de “¡fuera Moreno fuera!” y “el pueblo unido jamás será vencido”, la multitud indígena inició una marcha poco antes del mediodía en el parque de El Arbolito y se sumó a otra de sindicatos en la Avenida 10 de Agosto, que confluyeron en una marea humana hacia la ciudad vieja de la capital.

Paralelamente una multitudinaria concentración se realizó en la ciudad costera de Guayaquil, al suroeste de Ecuador, donde sus principales autoridades clamaron por la paz en este país convulsionado por las protestas tras la eliminación del subsidio a los combustibles.

En tanto, el Gobierno de México hizo un llamado a que se respeten el Estado de Derecho y los derechos humanos en Ecuador. En un comunicado de prensa, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México expresó que el Gobierno mexicano condena “tajantemente toda forma de violencia”.