Una máquina que hace las veces de un semáforo, pero que en lugar de controlar el tráfico vehicular les avisa a los transeúntes el riesgo que corre su piel al exponerse a la radiación ultravioleta de onda media (rayos UVB) en la cinta costera, ha sido instalada ahí, acaparando las miradas de quienes se ejercitan o pasean en la zona.  

Se trata de un medidor instantáneo de radiación solar ultravioleta, conocido como “solmáforo”, que cuenta con cinco luces de colores que conforman el sistema estándar de medición del índice de radiación ultravioleta (UV). 

La medición se realiza mediante sensores ópticos y filtros UV. El sensor entrega la intensidad de la radiación UV mediante un código de color, que permite de forma sencilla identificar a cuánta radiación se expone en determinado momento.  

Si la luz de color violeta se ilumina quiere decir que hay un riesgo “extremo” de que la exposición solar sin protección sea peligrosa para la salud, seguido de la luz roja que señala que el riesgo es “muy alto” o “peligroso”.

Si se enciende la luz naranja, el “solmáforo” indica un riesgo alto; amarilla, medio; y verde, bajo.  

Este “solmáforo”, que pronto será inaugurado, es un proyecto del Club Rotario de Panamá, propuesto por la dermatóloga Gioconda Gaudiano, integrante del colectivo.  

El equipo fue donado por Michelle Alvarado, sobreviviente de cáncer de piel de melanoma maligno nodular estadio IV, “una persona con mucha sensibilidad social y muy preocupada de las consecuencias de la exposición al Sol”, indica Gaudiano. La paciente fue quien hizo los trámites para que se realizara el traslado de la máquina desde su fábrica en Chile hasta Panamá.