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La probabilidad de morir de una mujer durante el embarazo o el parto en África subsahariana es hasta 50 veces mayor que en países de ingresos altos, una consecuencia directa de las grandes desigualdades socio-económicas que imperan en el mundo.

Así lo confirmó hoy un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que también señala que los recién nacidos en África tienen una mortalidad 10 veces mayor que sus pares de países occidentales.

“En África muchos niños mueren por enfermedades relacionadas con la malnutrición, lo cual tiene relación con factores como el número de años que la madre ha ido al colegio”, dijo en rueda de prensa el director ejecutivo de la OMS, Peter Salama.

El estudio señala que la neumonía, la malaria y la diarrea son las enfermedades que causan más muertes mundialmente entre los niños que sobreviven el primer mes de vida, lo que se debe a la falta de acceso a medicamentos, en particular a antibióticos.

En 2018, uno de cada trece niños en África subsahariana murió antes de cumplir cinco años, lo que representa 15 veces más de riesgo que en Europa, donde esto le ocurre sólo a un niño entre 196.

Por su parte, una de cada 37 mujeres de esa región de África muere por complicaciones durante el embarazo o el parto, frente a una por cada 6.500 en Europa.

Sin embargo, las desigualdades son evidentes no sólo entre regiones y países del mundo, sino incluso dentro de países ricos, como ocurre en el caso de Estados Unidos.

Según el informe, entre los años 2000 y 2017 las muertes maternas pasaron de 12 a 19 por cada 100,000 nacidos vivos, una problemática que se concentra en las comunidades afroamericanas y minorías étnicas, explicaron especialistas de la OMS.