Sentarse en la plaza de Trafalgar contemplando la columna de Nelson y encenderse un cigarrillo podría ser cuestión del pasado si prospera una iniciativa de una comisión de salud para que se prohíba fumar en zonas emblemáticas de Londres.

La propuesta ha partido de la llamada Comisión de Salud de Londres, establecida por el alcalde londinense, Boris Johnson, en septiembre de 2013 para que le asesore sobre diversas medidas que ayuden a mejorar la salud de la población de la capital.

La Comisión quiere disuadir a la gente a que abandone el tabaco, pues se estima que 1,2 millones de londinenses fuman y 67 jóvenes en edad escolar empiezan el hábito cada día.

Según la organización benéfica Cancer Research UK, que apoya la investigación sobre esta enfermedad, “fumar causa más del 28 % de las muertes por cáncer en Reino Unido”.