Roma (AFP) |

Italia, que exige la cuarentena a los viajeros provenientes de Rumanía y Bulgaria e impide la entrada a aquellos de los Balcanes, está preocupada por el aumento de los contagios de coronavirus entre sus vecinos, en particular en España y Francia.

“Francia, España, Balcanes: Italia está rodeada por contagiados”, advirtió este lunes el diario Il Corriere della Sera.

La publicación explica con una infografía el aumento del número de nuevos casos de coronavirus en las últimas dos semanas en varios países cercanos, entre ellos España, primero en la lista, seguido de Rumanía, Francia, Alemania, Gran Bretaña y Polonia.

Italia, primer país de Occidente afectado por el virus, logró contener la epidemia con medidas muy severas. El domingo registró sólo dos decesos, la cifra más baja desde el 21 de febrero, fecha de las primeras muertes y que en cuatro meses superaron las 35.000.

El número de nuevos contagios también ha sido menor (+463 en 24 horas), por lo que en los hospitales casi no hay pacientes y la situación está bajo control, según las autoridades.

Pese a ello, los expertos de salud siguen invitando a no bajar la guardia y a evitar toda negligencia.

El ministro de Salud, Roberto Speranza, reconoció que está preocupado por lo que ocurre en el resto de Europa y teme nuevos brotes a partir de casos importados.

Unos treinta jóvenes italianos de la región Veneto (nordeste), que pasaron vacaciones en Croacia, regresaron contagiados, una historia que se ha repetido en otras regiones.

“Debemos estar preparados: en las próximas dos semanas aumentará el número de contagios con el regreso de las vacaciones”, advirtió Rodolfo Punzi, director del departamento de enfermedades infecciosas del hospital Cotugno en Nápoles (sur), citado por el diario La Stampa.

Italia también ha impuesto un cordón sanitario a ciertos países y cerró sus puertas a los viajeros de Kosovo, Serbia, Montenegro, Bosnia, Macedonia del Norte y Moldavia.

En primera línea en la batalla contra el coronavirus, Italia exige el uso de mascarilla y el distanciamiento social, aunque con la llegada del verano las medidas son menos respetadas.

Los periódicos están llenos de fotos que muestran las playas abarrotadas durante el fin de semana.

Varios balnearios han impuesto severas restricciones al acceso a las playas, pero la vigilancia de los kilómetros de costa es casi imposible para muchos municipios.