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Efectivos antidisturbios cargaron este lunes con el apoyo de cañones de agua contra los centenares de manifestantes opositores que desde el domingo bloquean los accesos del Parlamento de Georgia para exigir la destitución del Gobierno.

Pasadas la 17.00 horas local (13.00 GMT), los policías, pertrechados con escudos y cascos, comenzaron a avanzar y desplazar a los manifestantes de los accesos del Parlamento.

En los costados del Legislativo, la policía empleó un cañón de agua contra los manifestantes que sentados en la calle intentaban frenar el avance de los antidisturbios.

Con gritos de “¡Georgia! ¡Georgia!” los opositores trataban de resistirse sin éxito a la carga de los antidisturbios y se veían obligados a retroceder.

Según datos preliminares ofrecidos por la televisión local, al menos diez personas han sido detenidas.

Desde el jueves pasado, cuando el Parlamento se negó a aprobar una enmienda constitucional para reformar el sistema electoral de manera que los legisladores sean elegidos mediante un sistema proporcional, la oposición se manifiesta en Tiflis.

La embajada de Estados Unidos y la representación de la Unión Europea (UE) emitieron anoche una declaración en la que llamaron al Gobierno y a la oposición al diálogo y a respetar la Constitución.

Al mismo tiempo, constataron la decepción de gran parte de la opinión pública por el hecho de que Parlamento no haya podido adoptar el sistema electoral proporcional, objetivo considerado “un importante avance de la democracia georgiana”.

Este domingo miles de opositores se manifestaron en la capital georgiana, interrumpieron el tráfico en su principal avenida, la Rustaveli, y montaron un campamento de tiendas de campaña junto a la sede del Legislativo, donde más de 200 activistas pasaron la noche, pese a las bajas temperaturas, de cerca de cero grados centígrados.