Bissau (AFP) |

Guinea Bissau elegirá este domingo nuevo presidente, en unas elecciones que suscitan preocupación en esta excolonia portuguesa de África Occidental, acostumbrada a los golpes de Estado.

“Los problemas empezarán después de las elecciones. Es un muy mal momento, que me da miedo”, dice Lino Corréa, estudiante de 20 años en la capital, Bissau.

Aunque la estabilidad política sigue siendo un tema crucial en el país, muchos bisauguineanos expresaron sobre todo su preocupación por las condiciones de vida, el trabajo, la salud y la educación. Más de un tercio de la población del país vive con menos de un dólar por día.

“Gano 30.000 francos CFA (45 euros, 50 dólares) por día. Gasto 13.500 francos para el carburante y 13.000 francos para pagar el crédito del taxi que conduzco. Solo me quedan 3.500 francos. Es difícil”, se lamenta por su parte Thierno Malang Gomis, taxista de 35 años.

“Si no es el período de la cosecha del anacardo, es realmente difícil”, insiste, recordando la dependencia de sus compatriotas a una producción que constituye la principal fuente de recursos para dos tercios de entre ellos.

Desde su independencia en 1974, el país ha conocido muy pocos momentos de estabilidad. Cuatro golpes de Estado, una serie de intentos y varias caídas de gobierno han sacudido su historia reciente.

Los favoritos de la elección son figuras de las crisis de los últimos años, empezando por el presidente saliente, José Mario Vaz, y su primer ministro en 2014-2015, Domingos Simoes Pereira, jefe del histórico Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC), formación mayoritaria en el Parlamento.

También está Umaro Sissoco Embalo, líder de un partido disidente del PAIGC, o Nuno Nabiam, que perdió en la segunda vuelta en 2014.

Vaz, que ganó ese año con el PAIGC, destituyó en 2015 a Pereira de su cargo de primer ministro, lo que desató una parálisis política que todavía persiste. Excluido del PAIGC, Vaz se presenta como independiente. Es el primer jefe de Estado en 25 años que terminó su mandato, los otros fueron asesinados o derrocados.