La mayoría de los pacientes con la enfermedad de piel conocida como psoriasis, enfrentan en nuestro país alguna clase de discriminación.

Esta información la dio a conocer el vicepresidente de la Fundación Psoriasis de Panamá, Felipe Chapman, quien reveló que 65% de la población con este padecimiento son discriminados en su trabajo y hasta por sus propios familiares.

Esta cifra resulta alarmante para activistas locales de respeto a los derechos humanos, tomando en consideración que alrededor de 60,000 panameños sufren de psoriasis.

Se trata de una enfermedad caracterizada por presentar descamación e inflamación en la piel.

Según Chapman, 50% los pacientes sufre discriminación al desplazarse por espacios públicos. Otro 30% es discriminado en el trabajo y 20% enfrenta discriminación entre su propia familia, debido a su aspecto o a mitos erróneos que le atribuyen un carácter contagioso a esta enfermedad, lo cual no es cierto.

“Lo irónico es que vivimos en un país que se puede jactar de ser signatario de marcos legales tendientes a proteger a toda persona contra discriminación por enfermedad, pero en la práctica se da”, denunció Chapman.

Incluso, un tipo de discriminación puede provenir de los propios sistemas oficiales de salud hacia los ciudadanos, cuando no se les tramitan atenciones con la urgencia que ameritan.

Chapman explicó que este es el caso de Panamá, puesto que la Caja de Seguro Social (CSS) y el Ministerio de Salud (Minsa) no ofrecen todos los tratamientos necesarios para paliar este mal, lo que hace que un paciente deba contratar atención privada, con costos anuales que pueden ir desde $5,000 hasta $20,000, o más.