Estados Unidos (EU) alertó de “una crisis mundial urgente” por el virus ébola y reforzó los controles en sus aeropuertos para evitar la propagación de la enfermedad en ese país, donde ayer falleció un paciente en Texas.

Mientras, Madrid llamó a la calma y los trabajadores sanitarios denunciaron una mala gestión del tema en España, donde dos médicos y un enfermero fueron hospitalizados ayer por precaución.