El presidente dimisionario de Yemen, Abd Rabo Mansur Hadi, respaldado por Occidente pero apartado de su cargo ante la presión de las milicias chiitas, abandonó este sábado la capital, Saná, donde permanecía desde hacía semanas en arresto domiciliario.

Hadi “consiguió abandonar su casa el sábado por la mañana” para dirigirse a Adén, la capital del sur del país, donde sus seguidores se niegan a reconocer el consejo de gobierno instalado por las milicias chiitas Ansarualá, también denominadas hutíes por el apellido de su líder, dijo a la AFP un asesor del dimisionado mandatario.

El consejero, que pidió el anonimato, dijo que la guardia presidencial logró sacar a Hadi de su residencia y agregó que su marcha no fue negociada con milicias chiitas.La exministra de Información Nadia Sakkaf indicó que Hadi había llegado a Adén, en su región natal.