Expertos creen que una simple prueba de aliento podría ayudar a los médicos a detectar y diagnosticar la enfermedad de Parkinson.

La prueba intenta distinguir una serie de productos químicos que exhala una persona.

Se han efectuado pequeños estudios con voluntarios y los primeros hallazgos sugieren que la prueba puede identificar a las personas con esta enfermedad cerebral.

Están planeados ensayos más grandes para ver si realmente podría ser una prueba útil, sobre todo para detectar el Parkinson en sus etapas más tempranas.

Actualmente no existe ninguna prueba concluyente que demuestre que una persona tiene Parkinson.

Los médicos llegan a un diagnóstico basado en los síntomas de una persona y los resultados de pruebas, tales como escáneres cerebrales para descartar otras enfermedades.

En esta etapa el Parkinson puede estar ya bastante avanzado.

En la investigación participan la organización Parkinson UK, expertos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) e igualmente del Instituto de Tecnología de Israel.