Sao Paulo EFE 

 

Las autoridades de Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil con unos 12 millones de habitantes, ordenaron este miércoles el cierre a partir del viernes de todos los establecimientos comerciales, salvo supermercados, farmacias y restaurantes y bares, a fin de contener la propagación del coronavirus.

La medida tendrá validez hasta el próximo 5 de abril, según decretó el alcalde de Sao Paulo, Bruno Covas, que en la víspera ya declaró la “situación de emergencia” en la urbe ante la proliferación de casos por COVID-19.

Los propietarios de los negocios tendrán prohibido recibir clientes de forma presencial, aunque podrán realizar servicios a través de internet, según precisó el Ayuntamiento en un comunicado.

Además de supermercados, farmacias y bares y restaurantes, también podrán seguir funcionando los mercadillos al aire libre, las tiendas para mascotas, las panaderías y las gasolineras.

No obstante, estos establecimientos “tendrán que intensificar las acciones de limpieza, poner a disposición de los clientes gel desinfectante y divulgar ampliamente informaciones sobre prevención del COVID-19”.

También impuso a bares y restaurantes mantener un espacio mínimo de un metro entre las mesas.