Inflamación del estómago y el intestino delgado, dolor abdominal, vómito, diarrea. Son los síntomas de una enfermedad viral que anualmente afecta a decenas de miles de personas en todo el mundo: la gastroenteritis.

En el caso de los niños la ocasiona el rotavirus, y en el de los adultos el norovirus.

Las noticias sobre brotes en barcos trasatlánticos suelen ser frecuentes y prevenirlos es difícil, ya que ambos virus son muy resistentes a varios químicos desinfectantes.

La lejía, una solución a base de cloro, es hasta ahora la manera más efectiva de desinfectar el ambiente de estos virus, pero los investigadores continúan buscando otras opciones.

Una de las alternativas que están analizando es el “plasma frío”, igualmente conocido como plasma no térmico, según un artículo publicado en el medio especializado m Bio .

En física y química plasma es el cuarto estado de agregación de la materia, un estado fluido similar al gaseoso, pero con características propias que no se dan en los gases, los líquidos y los sólidos.

Y el plasma frío consiste en moléculas de gas ionizado a temperatura ambiente.

Estos iones pueden destruir muchos tipos de microbios, pero su efecto sobre los virus está menos claro.