Por primera vez, un estudio demuestra que un medicamento usado para combatir el VIH igualmente puede servir para prevenirlo cuando se consume antes y después de tener relaciones sexuales de alto riesgo entre hombres homosexuales.

Los resultados ofrecen esperanzas a una forma más atractiva para prevenir la enfermedad, más allá de tomar píldoras a diario y el uso de preservativos, aunque esos métodos siguen siendo considerados más efectivos.

El estudio, efectuado en Francia y Canadá, es el primero en estudiar el consumo “bajo demanda” de Truvada, una píldora que combina dos medicamentos contra el SIDA, con gente que planea tener relaciones sexuales de alto riesgo.

Los sujetos no infectados que tomaron la pastilla fueron 86% menos propensos a contraer VIH en comparación con quienes tomaron el placebo. “Me impresionó”, expresó el doctor Scott Hammer sobre el enorme beneficio.

Es un especialista en SIDA en la Universidad Columbia en Nueva York y dirige la Conferencia Retrovirus llevada a cabo en Seattle, donde el martes se discutieron los resultados.