La veterana política japonesa Yuriko Koike, de 64 años, ganó ayer de manera aplastante las elecciones para el cargo de gobernador de Tokio, con lo que se convertirá en la primera mujer en hacerse con el cargo.

Koike, que se presentó como independiente, se impuso con 2.9 millones de votos, un 44%, a los otros 20 candidatos, con lo que accederá al segundo cargo político más importante del país.

Entre sus rivales se encontraban el exministro de Interior nipón Hiroya Masuda (64 años), respaldado por el gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD), que consiguió 1.8 millones de votos, y el periodista televisivo Shuntaro Torigoe (76), apoyado por los principales partidos de la oposición, que obtuvo 1.3 millones.

Koike, que era hasta ahora diputada del PLD en el Parlamento nacional y fue ministra de Defensa y Medio Ambiente en anteriores gobiernos, era la favorita y había basado su campaña en presentarse como una política con experiencia pero desvinculada de los grandes partidos.

‘Podía haber pedido el voto como mujer, pero la gente que me ha votado lo que busca es una nueva forma de gobernar Tokio por encima de los partidos. (…) Me presenté con el objetivo de mejorar la vida de todos los ciudadanos: hombres, mujeres, mayores, niños, discapacitados’, aseguró Koike al publicarse los sondeos con su aplastante victoria.

De las 47 prefecturas de Japón en solo siete hay mujeres que ocupen el cargo de gobernadoras, mientras que en el Parlamento nipón la representación femenina es de poco más del 10%.

El cargo de gobernador de Tokio es considerado el segundo más importante del país, por detrás del de primer ministro, ya que el PIB del distrito capitalino de Japón sitúa a la región entre las doce mayores economías del mundo.

La nueva gobernadora de Tokio, una ciudad con una población de más de 13 millones de habitantes, será la encargada de recoger en el testigo tras los Juegos de Río y liderar la preparación de la metrópoli para Tokio 2020.

La organización del evento en la capital nipona se ha visto salpicada por escándalos, como los relacionados con el estadio olímpico, que fue desechado por su sobrecoste, o del logotipo de los Juegos, retirado por plagio.