AFP – Ginebra, Suiza
La escalada de violencia en el noroeste de Nigeria, que el gobierno atribuye a bandidos armados, ha obligado a más de 40.000 personas a huir a través de la frontera hacia Níger durante los últimos 10 meses, informó la ONU el viernes.
Sin embargo, no se sabe con certeza si el aumento de secuestros, asesinatos, violencia sexual y otros disturbios en esta zona está vinculada con la insurgencia islamista de Boko Haram que se concentra en el noreste.
“La gente busca la seguridad pues teme los ataques indiscriminados desatados por grupos armados contra hombres, mujeres y niños por igual”, precisó la Oficina de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en un comunicado.
El portavoz del ACNUR, Babar Baloch, explicó que la agencia no tiene información clara sobre los perpetradores de la violencia en los estados de Sokoto, Zamfara y Katsina. Por su parte, el gobierno de Nigeria echa la culpa a bandidos armados.
La ONU dijo que sólo este último 11 de septiembre 2.500 refugiados cruzaron a Níger después de un ataque contra civiles.
La ACNUR añadió que estaba intensificando la asistencia a la remota zona fronteriza del lado de Níger, enviando más personal y más suministros.