Al igual que muchos países, uno de los retos que debe afrontar Panamá luego que la pandemia por COVID-19, es el fortalecimiento de su gestión pública y la reactivación de la economía; sin embargo, esta transición puede encaminarse hacia un nuevo modelo de desarrollo nacional sostenible, inclusivo, bajo en emisiones y resiliente al cambio climático.
La directora Nacional de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente, Ligia Castro de Doens, destaca que el COVID-19 supone una oportunidad única para combatir de forma pragmática y ambiciosa la desigualdad, la crisis climática y la crisis económica.
“Nuestro nuevo modelo económico, financiero y de planificación debe valorar los riesgos y las oportunidades climáticas”, destaca Ligia Castro.
Diversos sectores y rubros del país deben ser abordados de manera sostenible, adaptada al clima y amigable con el ambiente, ejemplo de ello son los siguientes:
Asentamientos Humanos Resilientes
La actual crisis de salud por COVID-19 y la crisis climática demuestran la necesidad de planificar el ordenamiento ambiental – territorial a nivel nacional y en todos los municipios basado en el Índice de Vulnerabilidad al Cambio Climático, para que gestionando los riesgos climáticos y ambientales podamos desde el nivel local construir desarrollo sostenible, resiliente a los efectos extremos del clima y al cambio climático, que ya impactan la infraestructura publica y privada.
Agricultura, Ganadería y Acuicultura Sostenible
Es importante garantizar la seguridad alimentaria del país, disminuyendo emisiones e incrementado la resiliencia de la agricultura de subsistencia y la sostenibilidad de la ganadería, agricultura y acuicultura para el abastecimiento del mercado interno y de exportación, mediante un enfoque climáticamente inteligente en toda su cadena de valor, que además permita enfrentar posibles nuevas pandemias.