En Panamá unos 916 reclusos han sido beneficiados para que terminen sus sentencias fuera de los penales, la decisión se toma luego de cinco meses de que el gobierno declarara emergencia nacional por la llegada del coronavirus.

Autoridades del Sistema Penitenciario señalan que lo que se busca es reducir el hacinamiento y evitar mayores contagios del virus en las cárceles panameñas. De los beneficiados con esta medida hay 273 que recibieron rebaja de penas, mientras que al resto se le impuso la medida cautelar de arresto domiciliario, como sustitución de la detención.

En marzo, cuando se dio la declaración de emergencia nacional, la población penitenciaria era de 18 mil 179 reclusos, y al cierre del mes de julio, cuando debían de estar menos de 900 internos en las cárceles panameñas, la realidad no fue así, ya que el censo reportó 17 mil 661 presos, lo que indica que se está ante una reducción de la población penitenciaria de un 3%, que representa 518 personas.