Los israelíes comenzaron a votar este martes en unas elecciones parlamentarias anticipadas tras tres meses de acalorada campaña centrada en asuntos económicos, pero que terminó con la impactante promesa de último momento del primer ministro, Benjamin Netanyahu, de impedir la formación de un estado palestino.
La declaración del mandatario anuló las antiguas promesas a Estados Unidos, y se entendió como un último intento por ganarse a sus votantes de línea dura mientras lucha por mantenerse en una ajustada carrera.
Los sondeos mostraban al partido del primer ministro, el Likud, ligeramente por detrás de la Unión Sionista del centrista Isaac Herzog, partidaria de las conversaciones de paz con los palestinos.
Netanyahu afirmó que cualquier estado establecido junto a Israel estaría controlado por extremistas islámicos que «nos atacarán con cohetes».
«¿Quién quiere algo así?», dijo Netanyahu en una entrevista telefónica con el Canal 10 de televisión tras votar el martes. En los últimos días ha reiterado su oposición a que se forme un estado palestino.
Herzog, por su parte, dijo que reavivará las conversaciones de paz con los palestinos, reparará las relaciones con Washington y reducirá la creciente brecha entre ricos y pobres.




